DEMASIADO MAL ANDA LA INTERNA DE LA IGLESIA CATOLICA
Por Carlos Álvarez Cozzi
Si bien es verdad que los católicos debemos confiar siempre en el Señor hay noticias recientes dentro de la Iglesia, como la que se puede leer en este link
https://www.aciprensa.com/noticias/sinodo-paralelo-quiere-imponer-estilo-de-vida-gay-y-anticonceptivos-en-la-iglesia-15079/
que no pueden dejar de preocupar. Resulta que en un encuentro privado de teólogos y algunos prelados, incluso cardenales de la Iglesia Católica, que tuvo lugar hace unos meses en la propia Roma, se hicieron manifestaciones, relacionadas con el próximo Sínodo sobre la Familia, que van directamente contra la doctrina de la Iglesia.
Y no nos parece bueno que la Santa Sede, en especial la Congregación para la Doctrina de la Fe que conduce el prefecto Card. Muller, no tomen las medidas correspondientes.
En efecto, en dicho evento, se puso en cuestión la doctrina de la indisolubilidad del sacramento del matrimonio, que se deriva de la propia voluntad de Cristo expresada en los Evangelios.
Porque al afirmarse por algunos participantes que no puede tomarse ese tema en forma tan terminante sino admitir el error que los cónyuges pueden haber cometido al celebrar el sacramento y de esa forma tratar de legitimar una nueva unión, sin haber obtenido previamente la declaración de nulidad matrimonial, ¿que otra cosa que ir contra la doctrina bimilenaria de la Iglesia supone?
Pero el tema no termina allí sino que otros, se manifestaron contra la intrínseca inmoralidad de los actos homosexuales, afirmando que debe estarse no a los actos individuales sino a la orientación general, a las actitudes, etc.,etc.
Esta es otra afirmación absolutamente contraria a la doctrina de la Iglesia, que siempre ha respetado la dignidad de las personas pero que no puede callar en cuanto a la intrínseca inmoralidad de actos sexuales realizados entre personas del mismo sexo.
De tal manera que lo que al parecer se intenta por esos teólogos y prelados que comparten y apañan esos encuentros, es paganizar a la Iglesia, es socavar las bases mismas de la moral católica sobre la persona, la familia y la sexualidad al servicio del proyecto amoroso de Dios dentro del matrimonio. Creo que el tema es demasiado grave como para permanecer en silencio.
Lo ha dicho hace poco el Card. Muller: se pretende la mundanización de la Iglesia, que se paganice. Entonces, sabemos cuáles serán las consecuencias si eso avanzare: la sal dejará de salar y no habrá fermento en la masa, el mundo se habrá apoderado definitivamente de la Buena Noticia y ésta ya no será creíble proclamada por una Iglesia que ha traicionado a su Maestro.
Nos preguntamos: ¿Por qué no son valientes esos clérigos, blanquean su situación y deciden irse de la Iglesia Católica y fundar su propia iglesia? Creo que sería lo más valiente. Claro que no lo harán porque saben que se secaría su fecundidad como si el sarmiento se separara de la vid. Oremos para que el Sínodo de la Familia, los padres sinodales y el Santo Padre sigan reafirmando el fiel depósito de la fe confiado por Jesús a su Iglesia.
Montevideo, 07-08-15